Cuatro
grandes artistas del Perú nos visitan
Escribe Vladimir Velázquez(*)
Para el Colegio Dominicano
de Artistas Plásticos (CODAP), es una excepcional oportunidad dar la bienvenida
en nuestro lar insular a cuatro grandes artistas provenientes de ese ancestral
y misterioso pueblo andino de múltiples fronteras y facetas; pueblo abierto al
mundo a la vez que pletórico de maravillas naturales y artísticas, patrimonio
de la humanidad: el enigmático Perú, el otrora incomparable y rico virreinato
de la corona española: la tierra más hermosa y señorial que con tanto fervor
amara el Libertador Simón Bolívar, cuna de grandes poetas y compositores como
Chabuca Granda, además de inmortales de la lírica como Luis Alva, Ernesto
Palacios y Juan Diego Flórez; de artistas plásticos universales como Fernando
de Szyszlo o de folkloristas esenciales como Ricardo Palma o José María
Arguedas, o escritores e intelectuales del calibre de un César Vallejo, Julio
Ramón Ribeyro o Mario Vargas Llosa; la tierra fecunda de altas y siempre
nevadas cordilleras, de míticas ciudades hasta hace apenas un siglo perdidas
como Machu Picchu, o de selvas indomables y abrasadores desiertos.
El pueblo peruano
exhala fervor y pasión en todo lo que emprende; es una tierra ancestral preñada
de mitos, costumbres, tradiciones y riquezas inmensas que brotan de sus
entrañas con una historia no exenta de tragedia y sangre debido a las
ambiciones desmedidas de sus originarios colonizadores, y después de sus clases
dominantes, principalmente la clase política, quienes casi le arrebatan todos
sus más preciados tesoros; en fin, quien esto suscribe, tuvo la gran dicha de
haber estado un par de veces en ese hechizante país, pudiendo palpar a flor de
piel el calor y la amistad sincera de su gente, conformada por una raza
luchadora, estoica, guerrera, sensible, con un rico acervo cultural en el cual
aún hoy se siguen descubriendo más ramificaciones, lo que confirma que los
pueblos de América han sido y son hoy un conglomerado con un macizo
conocimiento que no sólo abarca la medicina y el conocimiento botánico, si no la
literatura, el arte, la astronomía, la arquitectura, etc., no teniendo que
envidiar dicho acervo a ninguna nación del mundo, y que hoy continúa en pie de
lucha y defensa continua de su pasado, sus raíces e identidad. Perú es un
ejemplo a seguir por todos los pueblos latinoamericanos.
Latinoamérica entera
tiene el deber hoy más que nunca que estrechar fuertes lazos de amistad y
cooperación entre todos sus países hermanos, y como isla del trópico enclavada
en el centro del mar Caribe, unidos por una misma lengua, tenemos que intentar
hacer esfuerzos sostenidos para que los encuentros, intercambios y relaciones
con estos países hermanos tan lejanos pero a la vez cercanos se dé de manera
continua .encuentros que sin duda enriquecerán a ambos interesados, ya que la
cultura es una experiencia viva que sólo se da mano a mano, en el tú a tú, en
ser y estar con los protagonistas,
aprender de ellos y ellos de nosotros.
Y en este caso los
protagonistas de este maravilloso intercambio lo conforman cuatro excepcionales
artistas peruanos que con tanto amor y esfuerzos han traído su arte y talento a
nuestra tierra dominicana. Ellos son David Huaytalla, Willy Navarrete, Enrique
Galdos Rivas y Salvador Portuguez.
Pero no podemos
continuar nuestro escrito sin reconocer que dicha exposición no hubiese sido
posible sin el esfuerzo de personas e instituciones que han aportado ingentes
esfuerzos y recursos para que la misma pueda hoy ser una realidad, comenzando
por reconocer al artista plástico dominicano Federico Cuello, ideólogo y
propulsor de este gran evento, el artista plástico Clinton López, presidente
del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP), Silvio Reyes, Agregado
Cultural de la Embajada Dominicana en Perú, y su Excelentísimo Señor Embajador,
el Doctor Rafael Julián, además de la Embajada del Perú en nuestro país y a su
Excelentísimo Señor Embajador, Enrique Palacio Reyes y cuerpo diplomático, a
todos ellos un millón de gracias de parte de los dominicanos por haber hecho
posible este evento tan importante y trascendente que viene a traernos nuevas
brisas de color, luz y magia del Perú,
Este evento no solo se
quedará en una muestra colectiva, sino que tendremos la oportunidad de
organizar intercambios con los artistas en programas de charlas, talleres y
encuentros tanto en el Museo de Arte Moderno y la escuela de Artes Plásticas de
las Fuerzas Armadas, así como en el mismo Colegio Dominicano de Artistas
Plásticos.
Enrique
Galdós Rivas
El que escribe estas
líneas, tuvo la oportunidad hace tres años de asistir en la Universidad de San
Marcos de Lima, a un encuentro tipo conversatorio con este reconocido artista
peruano, que presentaba una muestra retrospectiva de su obra en varios salones
de esta centenaria y prestigiosa universidad.
Galdos Rivas es
reconocido y respetado artista en su natal Perú, gran maestro de la pintura y
la gráfica, con un dominio absoluto de las veladuras, la abstracción y el
color. Color que explota en cada obra en rojos, naranjas, amarillos, blancos,
grises, azules que vibran con intensidad abrumadora, colores vivos ante el cual
el espectador queda inmerso en todo su ser,
Galdos es un maestro
del color y la composición, venerado al delirio por sus compatriotas, amante de
la vida, apasionado por la música, la belleza de la mujer, el baile y el canto,
con una energía increíble que deja traslucir en una obra fresca, preñada de
hermosas figuras unas veces en la abstracción, y otras en lo figurativo
reminiscente a Miró, a Modigliani o Matisse, manteniendo, sin embargo, un sello
muy personal en donde busca siempre el equilibrio y la belleza en las formas de
líneas sencillas, continuas, rítmicas, envolventes, juguetonas y danzarinas de
payasos, máscaras incas de ojos inmensos y enigmáticos, féminas, plasmados en
medianos y grandes formatos, son un verdadero deleite para el contemplador. Es
un honor recibirle en República Dominicana junto a sus otros compatriotas.
Willy
Navarrete
Es otro de los artistas
que conocimos en nuestro viaje al Perú; persona desprendida, amigo de los
amigos y disciplinado en su arte, además de imparable en su producción. Al
contemplar su obra nos transportamos a mundos de ensueño y poesía donde las
figuras se entremezclan y metamorfosean, creando verdaderas filigranas hechas
con gran cuidado y detalle. Willy Navarrete es un cultor de su oficio, donde al
igual que los otros artistas que lo acompañan en esta muestra, saca y nutre su
obra de sus raíces enterradas de la tradición incaica, rica en leyendas
mitológicas que abren un vasto universo al espectador invitándolo a soñar
despierto. Su imaginación no tiene límites, convirtiendo a un pez en perro,
piano en trompeta, mujer mitad pájaro, vuelos y tránsitos por espacios oníricos
salpicados de naranjas, azules, pasteles, lunas y soles avasallantes; ningún
espacio en su obra deja de ser ocupado, intervenido, no dando chance a la vista
para detener su recorrido, en un canto infinito de hacer y deshacer para volver
a ser.
David
Huaytalla Dionicio
En la familia Huaytalla
todos son artistas, sus hijos también pintan, tienen un taller inmenso en el
centro de Lima, bien ubicado en una calle estrecha donde se encuentran tiendas
de materiales para artistas plásticos y músicos; un lugar clave que permite a
turistas acceder fácilmente a su estudio y taller, donde venden un arte típico
peruano muy comercial. Pero Huaytalla tiene su línea de arte de denuncia,
serio, contestatario y menos comercial, donde muestra preocupaciones por su
amado pueblo peruano, encontrado temas en los mineros explotados, los
trabajadores oprimidos por las minas, sus preocupaciones por la madre tierra
agredida, violada, expropiada. Cuadros donde aflora la flora, la fauna, el
maíz, la papa, el telar, la alfarería, el desierto, la selva, los rituales
ancestrales que hoy siguen vivos como un testimonio intangible a preservar, y
que celosos los peruanos defienden con uñas y dientes. Pinta las Tunantadas del
carnaval en colores alegres y chispeantes donde la gente danza a los dioses en
hermosos y elaborados trajes, exorcizando tal vez demonios o aplacando las iras
de los espíritus para favorecer la cosecha de su tierra, la preñez de alguna
mujer o la cura de un enfermo; el más allá y aquí se funden en uno solo: la
religiosidad popular cristiana y la religiosidad pagana se entremezclan en un
fecundo mestizaje, dejando ver que el indio no ha sido dominado por la
conquista del blanco, simplemente esto no ha sido posible nunca y aún hoy sigue
soñador, viviendo firme e inquebrantable a la fantasía del guerrero incaico
altivo que no le teme ni a los muertos, ni a los vivos que vienen de otros
parajes a contemplarle, a querer romper sus enigmas.
Salvador
Portuguez
Es el cuarto artista
que se presenta en esta muestra, cuya obra presenta figuras de personas, flores
y anímales que se metamorfosean, entrelazan y confunden unas con otras con un
estilo naif muy particular, prevaleciendo los tonos tierra, grises, azules, y
donde nos deja ver la inocencia, la nobleza y sencillez del habitante andino
vestido con sus ponchos, sus sombreros, sus sandalias en faenas de labor.
Artista que sigue contando la historia trágica e inevitable de la conquista,
donde caballos, conquistadores e indígenas se entremezclan en oleadas de
cuerpos, cabezas, rostros aguileños hieráticos de miradas fijas o espantadas
ante las armaduras y los arcabuces. Nos recuerdan su forma de tratar las
figuras a un Henry Rousseau (el aduanero) y también vestigios lejanos de un
Giorgio de Chirico.
Es un honor poder
compartir con tanto talento artístico reunido en una sola muestra el día de
hoy, esperamos que ésta sea una de las tantas actividades en que puedan unirse
de manera conjunta instituciones amantes de las artes para poder de esta manera
seguir creando fuertes lazos de amistad entre países hermanos.
Muchas Gracias
Vladimir
Velázquez
http://velazquezyfreixas.blogspot.com
(*) Tomado de Revista Gran Exposición
Internacional-ARTISTAS PERUANOS, de octubre del 2014.

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